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viernes, 23 de febrero de 2007

Zonas erógenas - Territorios de placer del cuerpo



¿Qué son las zonas erógenas?

Son las partes del cuerpo que son fuentes latentes de placer o excitación. Comúnmente se cree que las zonas erógenas de mayor placer son los órganos sexuales pélvicos porque vivimos en una cultura en donde se ha limitado la sexualidad a su función reproductiva, colocando el placer en una posición de "pecado". Sin embargo las zonas erógenas del cuerpo masculino o femenino son sorprendentemente insospechadas.

¿Cuáles son los órganos sexuales más importantes del cuerpo humano?

El cuerpo humano tiene un órgano sexual de suma importancia: el cerebro. Es la matriz de nuestro sistema nervioso. También la información que pongamos en nuestra mente será el motor de nuestros actos, por ejemplo, si en nuestra mente consideramos la sexualidad como pecaminosa o sucia, por obviedad nuestro comportamiento estará determinado por esta ideología, causando conflicto en la práctica erótica. Sin embargo, si la información que ocupa nuestro "disco duro" está libre de prejuicios, viviremos nuestra sexualidad de forma más natural y saludable.

Si el cerebro es el órgano más importante, indiscutiblemente el más grande es la PIEL. Tanto para las mujeres como para los hombres su extensión de piel es una gran alfombra de posibilidades de disfrutar sensaciones excitantes.

¿Cuáles son otras zonas erógenas más comunes?

Por excelencia las zonas de mayor placer son todas aquellas que tengan mayor número de terminales nerviosas como los pezones, el glande, el clítoris o el cuello.

La cultura occidental considera los senos femeninos como una zona altamente erógena. Contrariamente, no todas las mujeres sienten placer al ser estimuladas en los senos ya que para algunas, su centro de mayor placer es la espalda. Inclusive hay quienes alcanzan el orgasmo con el simple hecho de ser estimuladas en esta parte del cuerpo. Por supuesto una en un millón.

Los labios son una zona explorada comúnmente. Los besos son un estímulo que brinda sensaciones placenteras. A través del besuqueo se puede explorar otros órganos de placer como la lengua, lo que se consigue con los conocidos besos franceses, que es la introducción de la lengua en la boca de la otra persona, simbolizando la pasión y la penetración. También con la boca se realizan otros tipos de caricias como el sexo bucogenital -la boca en los órganos sexuales pélvicos (boca-vagina/boca-pene).

El ano, las nalgas y el perineo también son zonas erógenas latentes por sus terminales nerviosas. La actividad de introducir el dedo, pene u otros objetos a través del ano para estimular no es exclusiva de las personas con preferencia homosexual o de hombres que tienen sexo con hombres, se sabe que el número de parejas heterosexuales que lo realizan es mayor.

Existen muchas otras zonas con potencial erótico. Los pies son altamente eróticos así como cada uno de los dedos que lo componen. Morder el lóbulo de la oreja, la nuca, los hombros o bien acariciar el rostro o el cabello suele ser bastante placentero.

Conclusiones

Cada persona tiene una anatomía diferenciada por lo cual sus zonas de placer también son diferentes. A una mujer le puede agradar ser tocada en sus nalgas mientras que a otras las caricias en las manos pueden ser el botón de inicio de su excitación. Por otra parte, existen varones a quienes la estimulación de sus pezones es lo más sensible mientras para otros les parece hasta repulsivo.

El descubrimiento de las zonas de placer del propio cuerpo y de la pareja son lo que hace a los encuentros eróticos excitantes. No limitemos nuestras zonas erógenas al simple coito, la exploración de todo el cuerpo da por resultado la conquista de más territorios de placer.

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